martes, 4 de enero de 2011

Mientras duerme

No son ni las nueve de la mañana y cualquiera pensaría que la ciudad se está despertando.
Pero si te paras a escuchar los ruidos de la calle desde la cama...
Los obreros del metro llevan más de una hora recogiendo escombros y no se irán hasta las 10 de la noche.
A las siete y media pasa el barrendero por debajo de nuestra ventana. Ya ha barrido toda la calle y apenas le quedan 30m. Todas las mañanas. La misma calle. La misma hora.
En la oficina de abajo se oyen risas desde las ocho.
Por la terraza de la cocina entra el olor de la primera tarta del día de la tienda de tartas. Las ocho menos cuarto.
El super nisiquiera cierra por la noche.

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