jueves, 17 de septiembre de 2015

Ya no.

"De todo lo que no te dije. De lo tuyo y lo mío. Lo que nunca fuimos y tu olor en la almohada. De las risas, de tu  pelo, de tu espalda. De tus ojos. Ay, tus ojos. De todo lo que no te digo. De tu deseo, el tuyo. Y el mío. De mis ganas. Las que me guardo y me callo. Las que me escuecen. Y de mi pelo, en tu almohada. De las tardes sin luz y alguna noche ya muy tarde. De tus montañas, mis playas. De donde nunca iremos. Ya no. Tú no."

sábado, 5 de septiembre de 2015

De mi hamaca


Del Sonorama.

No me gustan los festivales de música: muchos grupos, mucha gente, poca droga. Todo fue culpa del primo C- que me propuso ir y aunque en principio dije que no, al final me animé y mira, me he reencontrado con J. de los Planetas, una espinita que tenía clavada. Aunque no, Los Planetas no tocaron, sí lo hizo el Grupo de expertos de Solynieve. Que ya había escuchado antes de ir por recomendación de P- y que ahora me tiene enamoradita. Muy recomendables. Además tocó con Soléa Morente, la hija de Enrique Morente sí. En el concierto ¡Morente Vive! Con su hermana Estrella y con unos músicos tan grandes como el escenario principal.
Hubo grandes descubrimientos como los Monarchy, Xoel López, Calexico, Jero Romero o Anna Calvi y los que ya conocía pero que no dejan de sorprenderme: La Habitación Roja, Vetusta Morla (con un directo sorprendentemente bueno), Marlango y los mejores, Petit Pop.
No sé si volveré, repito, no me gustan los festivales, pero mira, este me ha encantado.


De Bilbao.

La ciudad es increíble. De bella, de tranquila, de inesperada. No tenía ninguna idea preconcebida, no recordaba  haber estado. Supongo que no pensar cómo es un lugar hace que te sorprenda más. Me fascinó la gente. Es curioso que dos personas me hayan dicho eso de yo nunca he ido a Bilbao por lo de la ETA como si vivir en Madrid hubiera sido mucho más seguro en la época en la que el grupo terrorista estaba activo. Pero bueno, no entraré a discutir los prejuicios de nadie. Los vascos son todos amor. Sin más.
Coincidió la final de la Supercopa, la que han ganado y toda la ciudad se tiñó de rojo y blanco y cuando digo toda la ciudad me refiero a que en cada calle veías a gente con la camiseta del equipo. Un sentimiento muy bonito. Como no conocíamos la ciudad decidimos cruzar la plaza del ayuntamiento en pleno acto de celebración, fue un error. No sé cuánta gente había allí, pero era imposible moverse. Un señor nos increpó que no podíamos estar cruzando que si íbamos a ver aquello nos quedáramos quietos o no fuéramos. Me dí la vuelta y le dije algo como “yo no quiero estar aquí, no conozco la ciudad y sólo quiero llegar al museo, pero no sé de qué otra forma llegar, de verdad que yo no quiero estar aquí” El señor me pidió disculpas por el comentario y ya que estaba allí que intentara disfrutar, que era un día muy bonito y que por favor me llevara un buen recuerdo. Igual que en Madrid ¿verdad? 





De mi hamaca.



 Y de Basquiat. 
(No puedo poner imágenes por los derechos, pero en los enlaces enontraréis su vida y sus obras, no dejéis de verlo)

En el Gughenheim nos sorprendió una exposición de Basquiat. Yo había oído hablar de él, pero no lo tenía muy ubicado, Sabía que era amigo de Warhol, y poco más. De sus cuadros no diré nada. Sólo que busquéis cosas en internet. Delante de alguna de sus obras sólo pude llorar. Así, sin más. Me caían lágrimas por las mejillas y es que, desde que descubrí los cuencos tibetanos de QdeCuenco ya no las contengo. Si quieren salir las dejo. Que caigan al mundo. Que se estrellen contra los sentimientos que producen y me dejen esa sensación tan de rabia y alivio.
Con otros cuadro me reí mucho y con otros simplemente me llené de orgullo de pertenecer a un mundo en el que hay gente capaz de hacer cosas tan increíbles.