martes, 30 de septiembre de 2014

Redes Sociales

Desde hoy y hasta el 31 de octubre no voy a utilizar ni una red social. Ni Facebook ni Twitter ni Instagram. En los últimos años he invertido cada vez más tiempo en estos tres lugares. He aprendido y disfrutado mucho. He conocido gente maravillosa. MUY. Pero también he cometido errores. Por no hablar de la incontable cantidad de horas que pasamos delante del ordenador o del teléfono. 
Tenía un alumno, Pranav, que cada mes se ponía un reto: no comer carne, no tomar café, no usar el teléfono... Él lo tomaba como un juego y como una forma de demostrarse a si mismo que era capaz de controlar sus propios deseos. Pues bien, yo no voy a mirar estas tres redes sociales en los próximos treinta y un días. Si alguien quiere contactarme puede hacerlo a través del correo electrónico (talvezdos@hotmail.com) o por teléfono. Seguiré escribiendo aquí, porque entre otras cosas, el tiempo que no gaste mirando las redes sociales podré invertirlo en contaros todo lo que tengo pendiente sobre Camboya y otras muchas cosas menos interesantes. Eso y mis conclusiones sobre este interesantísimo experimento.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Tierra firme


Despegar en Singapur fue horrible.
Aunque me voy feliz de irme, los finales siempre son difíciles. Todos. Y en mi caso ha sido un final, muy muy raro, bonito y doloroso. Me voy queriendo volver, es mucho lo que dejo; amigos, lugares, momentos. Cuatro años.
Entenderéis que no mencione la parte de pareja. Hay cosas que es mejor guardarse para una. Pero incluso eso, ha tenido un final digno de los Lilis. Y me lo guardo con todo el amor. Siempre.
Llego con mucha ilusión, cansancio y una maleta llena de experiencias que nunca podré compartir porque por mucho que las explique hay que vivirlas. Llego más mayor, más vieja, igual de tonta.
Aterrizar en Madrid fue maravilloso.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Little Horse

Siempre que nace un niño cercano me cuesta mucho elegir una foto para el blog así que prefiero no ponerla. Esta vez ha nacido una chinita con mofletes gordos conocida como "El pequeño caballito" y de la que todavía no sé el nombre oficial porque al parecer la tradición china es muy complicada. Así que para mi es la Caballita (porque yegua suena fatal). Nació ayer después de mucho esfuerzo de la madre que ahora estará descansando y que probablemente nunca leerá esto porque no habla español.
R- ha tenido una temporada un poco mala, y nunca ha perdido la sonrisa. A veces ha llorado, y otras simplemente no ha podido hablar... pero ahí ha estado siempre dispuesta a tomar un café más por ella que por los demás. Y a pesar del salto cultural hemos sabido malentendernos a la perfección.
La Caballita ha tenido mucha suerte y llega como un regalo, al menos para mí que ya pensé que no la iba a conocer. Y para sus padres, que son dos soles como China de grandes.
Esto me lo llevo a España pronto, muy pronto. Esto y un viaje a Camboya del que ya os escribiré largo y tendido. Cuando pase el caos, la pena y la regla.

FELIZ SEPTIEMBRE