lunes, 2 de marzo de 2015

Todos los que vinieron.


 "Hacía mucho que no se veían, meses, quizá años. Tampoco se habían echado de menos. Cada uno tenía su vida. Desde hacía tres años llevaba tatuado su nombre en el pecho, para recordar todo aquello. Nunca lo supo. Y nunca se lo diría. 
Hablaron de aquellas tardes en el museo, recorriendo las salas una y otra vez. Haciendo los mismo chistes de los mismos cuadros. Riendo cada vez más alto al ver lo estúpidos que eran contando las mismas bromas de las que nunca se cansarían. Hacíamos buen equipo, le dijo. Algunas noches también iban al teatro. 
Dejaron de verse de pronto. Podría decirse que sin motivo, pero simplemente se les acabaron las excusas. No llamaron, no escribieron, no hizo falta.

Hacía años que no se veían, quizá meses. No se habían acordado el otro del uno. Pero tampoco se habían olvidado. Eso era imposible. 
-¿Qué tal todo por aquí? 
-Bien 
-¿Hubo más como yo? 
-Sí, muchos 
-¿Qué tal los chicos? 
-Para ellos, todos los que vinieron detrás de ti eran tú. 
-Y para ti. 
-Y para mí."


No hay comentarios: