Ahora, justo ahora que no tengo pareja ni ganas de tenerla.
Ahora que conocer a alguien me parecería un suicidio y una irresponsabilidad,
ahora que no creo en el amor, es cuando más pienso en la idea absoluta de la
palabra.
Y es que el amor, señores, es una mierda.
Pero tranquilos, la culpa no es de Nietzsche ni de los test
de la Cuore. La culpa es de Hollywood. Porque idealizar el amor es horrible,
pero que además nos adornen escenas de celos,
mentiras, inseguridades y demás mamarrachadas como amor, es una vergüenza.
Ya os lo comenté hace unos meses y sigo pensando igual. Pero
esta vez añadiré que nos empeñamos en buscar el amor en personas simplemente
porque nos gusta una faceta de ellas y cuadrar todas las demás es realmente
complicado.
Conoces a alguien en un bar, en la boda de tu prima o en
internet. Te gusta, quedáis para ir a cenar y acostaros y os enamoráis como
perras. MAL. Esa persona tiene una vida tan compleja o más que la tuya. Tiene
padres, hermanos, primos, problemas con todos ellos, adicciones, manías,
problemas de salud y mentales, ronca, conduce mal, odia el campo, hace
demasiadas fotos, sorbe la sopa… y todo esto lo pasamos por alto porque nos
empeñamos en creer que es el amor llamando a nuestra puerta. Y nos casamos, nos
compramos una casa y tenemos hijos y de pronto nos damos cuentas de que no
soportamos a su hermano, que no hemos conseguido que deje de roncar y que sigue
sin gustarle el campo. Y una vez más nos hemos enamorado de la idealización de
una persona. De lo que nosotros mismos habíamos proyectado. Pero las
consecuencias son devastadoras.
Mi conclusión es que hay que hacerse pareja con un amigo.
Alguien a quien conozcas de hace tiempo que sepa tus manías, tus cambios de
humor, tus chistes malos, tus pocas ganas de ir al campo y con quien no tengas
que fingir que te gusta el skateboard sólo para impresionarle. Vale que igual
el sexo no es el mejor del mundo, pero seamos sinceros, después de tres años de
relación ¿quién
tiene buen sexo con su pareja de forma regular? Al ser tu amigo siempre
puedes preestablecer unas normas de convivencia, como lo harías si no fuera tu
pareja. Puedes planificar como criar a los niños, o quién hace la compra de
forma verbal y vinculante. Y el cariño llegará solo, como el cariño que queda
cuando se acaba el amor. Así que buscad a un buen amigo o amiga y sentaos a dialogar
sobre la posibilidad de formar una familia o envejecer juntos. Que
lo mismo el amor es mejor crearlo que buscarlo.
1 comentario:
Ni el que profesa uno por sí mismo es perfecto. Yo hay días que no me quiero nada, nada, oiga.
Publicar un comentario