La vuelta al cole es espectacular. Los niños siguen
sonriendo como el primer día y disfrutan con cada momento. Con cada juego, en
cada situación. Las pompas de jabón a la hora de lavarse las manos son casi
obligatorias, tanto como atar muñecos a la cuerda de saltar y lanzarlos desde
lo alto del castillo de madera para ver si algún despistado los pesca.
Son éstas las cosas que dan sentido a esta escuela.
Los mayores venían orgullosos pedaleando en sus bicis
nuevas, algunos con casco, otros sin él. Y todos llenos de barro después de la
lluvia. Niños para los que ayer era la primera vez que montaban en coche y
probablemente la última que irán a un hotel de 5 estrellas.
1 comentario:
Algunos, los mas privilegiados, iran a un hotel, a trabajar.
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