martes, 11 de febrero de 2014

La Señora de al lado.




Cuando viajas en tren te ves obligado a compartir asiento con gente con la que, de propia voluntad, no compartirías ni los buenos días. Y no es que yo sea una persona que con prejuicios, es que hay cosas que son difíciles de asimilar. Por ejemplo el olor a sudor rancio después de un día (o cuatro) de trabajo de un señor mal afeitado. No es que para mi sea una mala impresión es que es un mal viaje asegurado. O esos chavales con la música a todo trapo. Que yo no soy de juzgar a la gente por sus gustos musicales, pero Reguetón a las 7 de la mañana bien se merece una patada en la boca.
Los peores son los niños. Bueno los peores son lo padres de los niños que gritan, corren y pisan pies por todo el vagón. Recuerdo una vez una mujer que se sentó a mi lado con su hijo en brazos. Yo estaba tranquilamente leyendo (que es lo que se hace en los trenes) y el niño decidió agarrar las hojas de mi libro y arrugarlas. La madre mirando la escena, como si de otro niño se tratara, se limito a mirar hacia otro lado así que ahí me las vi yo con la mierda el niño. Por supuesto arranqué su pegajosa mano de mi libro y me cambié de sitio.
Aquí está de mota (y supongoque en España también) hacerse el dormido para no ceder el asiento en el tren. Durante mucho tiempo me he limitado a mirar a estas personas con cara de desaprobación hasta hace un par de meses que hablando con D- decidimos no dejarnos influenciar por la masa antisocial que nos rodea. Si no eres amable y educado con los que te rodean ¿cómo esperas que lo sean contigo? Así que ahora me dedico a despertar chinos. Con mucha amabilidad golpeo el cristal de la ventana y les digo “Perdón es que te has quedado dormido y no has visto a esta señora”. La verdad que una no sabe si se levantan por la señora o por el susto.

Foto: Java, Indonesia, Octubre 2013.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está claro, es por el susto.
jajaja, me encanta.
Pero siempre con mucha amabilidad y la mejor de tus sonrisas. ;)
Mejoras el mundo y al único que molestas es al mal educado.