martes, 7 de octubre de 2014

18 de Agosto de 2014 Comienza el cole en Siem Reap


Amanece en la ciudad y se cruza el mercado para llegar al cole. Hay que llegar al cruce del cartel de coca-cola y luego girar a la derecha y luego a la izquierda hasta llegar a una puerta verde. Las clases son de bambú y paja y los niños corren sin control por todas partes. La mayoría no tienen zapatos porque no los necesitan. Sonríen con los dientes mellados y se los lavan después del snack (dragon fruit y platanitos). La tarde transcurre más calmada, los niños mayores sonríen menos, juegan menos y hablan más. Apuntan con sus manos al cielo para responder y esconden la cabeza para no ser preguntados. El paso entre el orgullo y la vergüenza dura apenas un segundo. Son afortunados y deben estar ogullosos. Son pobres, muy pobres, es la única condición para entrar en la escuela y tienen tanta suerte… Tanta que todavía no lo saben y probablemente nunca lo sabrán.

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