domingo, 3 de marzo de 2013

Los caminos del señor



Normalmente mis propósitos de año nuevo duran hasta el 20 de febrero y ya.

Pero parece que este año se van cumplir al menos 2 de ellos: volver a estudiar y apuntarme al gimlasio.



Lo de apuntarse al gimlasio ha superado el 20 de febrero y más, porque he tenido que apuntarme un año. A día de hoy he sobrevivido a 2 clases de spinning y una sesión con una tía que parecía un tío llamándome gorda. No está mal para la primera semana.



Al lado del brillante gimnasio (lo de brillante lo digo por que es todo dorado), hay un centro comercial que han abierto hace menos de un año y el edificio es espectacular. Hemos visto como lo construían desde la nada… y la verdad que te quedas sin palabras de lo enorme, bonito, y raro que es. ¿Qué por qué no pongo fotos? Porque no sabía que os iba a hablar de él, pero os dejo un vídeo que seguro que os ayuda a haceros una idea https://www.youtube.com/watch?v=LC4CwaunC28 

 Pues hoy mi chico y yo hemos decidido ir a darnos una vuelta y comer por allí. Sabíamos que en la última planta había una iglesia. Y en un principio no éramos muy partidarios de entrar, pero lo cierto es que teníamos mucha curiosidad por ver edificio desde arriba ya que tiene unas impresionantes cristaleras. Así que hemos decidido subir. De pronto han empezado a aparecer un montón de persona con una camiseta blanca que nos iban guiando hacia las escaleras y nos han preguntado si íbamos a ver El Servicio. En ese momento hemos decidido entrar, bueno, mientras seamos respetuosos podemos asomarnos y escurrirnos pasados unos minutos.

Cienes y cienes de chinos subían las escaleras con nosotros indicados por los camisetas blancas. Nosotros cada vez estábamos más nerviosos porque no hacíamos más que subir y cada vez había más y más gente. De pronto llegamos a un pasillo y a las puertas un enorme teatro llamado iglesia. Enorme. 6 personas en mitad del escenario cantando a ritmo de guitarra eléctrica y batería, un coro de unas 50 personas y miles de personas en sus asientos cantando con las manos el alto.

Muy importante destacar que había grandes pantallas donde aparecía la letra de la canción que estaban cantando para que pudieras seguir El Servicio sin problemas. Después de contener la risa e indignarnos varias veces por la entrega tan desmesurada de los feligreses en la iglesia y lo maleducados que son cuando salen de ella. Nos hemos escabullido antes de tomar el cuerpo y la sangre de cristo en el paquete monodosis que nos habían entregado a la entrada.


Toda una experiencia, religiosa. 




PD. el ordenador se ha roto y no tengo "h"... disculpen si se me olvida alguna.