domingo, 19 de octubre de 2014

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El amor perfecto no existe. Ese amor de caballerías, de princesas, puro, poético, imposible, no está.

Para empezar la palabra amor está muy desvirtuada. Casi produce rechazo al relacionarla con esa idea idílica  de quererse… parece que amar es un acto reservado para los afortunados que saben mirar la vida con ojos especiales, que encuentran a alguien que les corresponde en cada uno de sus sentimientos y no. NO. El amor de las películas NO EXISTE. Y además es una mierda. El amor real, es el que no llamamos amor porque los poetas y los horteras nos lo han arrebatado, es el que sentimos a veces un segundo, a veces toda una vida, pero lo llamamos, cariño, pasión, querer, sensación, yoquesé… ese también es amor… y probablemente más real y más bonito que el de las películas.

De un tiempo a esta parte he recuperado esa palabra, movida por la idea imposible del amor perfecto. Y al darme cuenta de que no sólo no existe si no que además nos genera unas expectativas completamente irreales de la vida, he reunido, a través de conversaciones, canciones, pensamientos y demás, unos cuantos amores de los de verdad… Seguro que reconoceréis más de uno. Y os animo a que sigáis haciendo crecer la lista. Mandadme vuestros amores, y los iré publicando. Recuperemos esa palabra tan bonita, creemos un amor real.


amor prohibido


Amor indirecto


Amor libre


amor salvaje


Amor Tropical


Amor interestelar


Amor rectangular


Amor autónomo


Amor poliédrico


Amor lluvioso


Amor ligero


Amor liguero


Amor perezoso


Amor revoltoso


Amor cotilla


Amor playero


Amor noctámbulo


Amor sonámbulo


Amor luciérnago


Amor viajero


Amor viejito


HAmor Amarillo


Amor aéreo


Amor telefónico


amor numérico


Amor matemático


Amor marino


Amor submarino!


Amor Catalino


Amor Filipino


Amor alpino! 


Amor espacial


Amor de caramelo


Amor teatral


Amor cantor


Amor cantarino


Amor Amarillo


Amor cristalino


Amor amado

Amor tumbado


Amor veraniego


Amor nudista


Amor carolino


Amor querido


amor impaciente


Amor temporal


Amor fugaz


Amor escolar!

Amor collegial


Amor suspirado


Amor aspirado


Amor respirado

Amor pasional


Amor sexual


amores deshechos


Amor conocido


Amor enigmático


Amor gamberro


Amor doble


Amor doblado


Amor simple


Amor fácil


Amor de hamaca

Amor loco


Amor monas


Amor chino


Amor fino


Amor salado


Amor pescado


Amor marejado


Amor mareado


Amor rosa


Amor olido


Amor horizontal

Amor bebido


Amor oral


Amor erecto


Amor inestable


amor pollero


Amor amarillo


Amor quincenal


Amor trimestral


Amor semanal


Amor anual


Amor anal


Amor vaginal


Amor manual


amor literal


Amor soñado


Amor noctámbulo


Amor peliculero


Amor teatral


Amor actuado


amor fingido


Amor muerto

Amor vivo


Amor de bolsillo


Amor bravo


Amor coplero


Amor ardiente


Amor permanente


Amor blanqueante


Amor helado


Amor congelado


Amor plutónico


amor estresado

Amor encarpetado


amor escandaloso


Amor plastificado


Amor tranquilo


Amor declarado


Amor coherente


Amor de ensueño


Amor disecado


Amor Azulado


Amor alado


Amor Volcánico


Amor infinito


Amor mental


Amor neuronal


Amor dorado


Amor vital

Amor alquilado


Amor anfibio


Amor lunero


Amor carnal


Amor correspondido


Amor afinado


Amor madrugador


Amor guardado


Amor vespertino


Amor absoluto


Amor incondicional


Amor puro


Amor brutal


Amor delicado

Amor brillante



Amor estival


Amor dormido


Amor veloz


Amor soñado


Amor empapelado


Amor rojo


Amor oscuro


Amor valiente


Amor tímido


Amor oculto


Amor callado


Amor gritado


Amor ingenuo


Amor glasé


Amor amargo


Amor pintado


Amor expuesto


Amor pagado


Amor volado


Amor lejano


Amor templado


Amor temblado


Amor temporal


Amor atemporal


Amor musical


Amor escolar


Amor ingles


Amor ciclógénico


Amor teatral


Amor lunar


Amor amor


Amor pendiente


Amor mensajero


Amor incapaz


Amor inocente


Amor admirado


Amor tratado


Amor conservado


Amor rotundo


Amor.





miércoles, 15 de octubre de 2014

21 de Agosto de 2014 Doses con caracoles.


Cuatro días cruzando el mercado local, esquivando, perros, motos, niños, camiones con verduras o tuk-tuks que derrapan, para llegar al cole. Ese en el que los niños hacen tres filas antes de entrar en clase, dos de niños y uno de niñas. Ese en el que las chanclas se quedan fuera del aula y dentro se arrastran las sillas y las piezas de Lego descoloridas por el uso. Ese cole en el que lo primero que se hace al comenzar la clase es escribir la fecha con caligrafía de imprenta y unos doses redonditos, redonditos en la parte de arriba. Doses con caracoles. Ese es el cole en el que los niños son niños sin más y pueden, por unas horas dejar de ser lo que los adultos quieren, para ser lo que les de la gana.

-Nota:
 Ayer los niños de la mañana decidieron ponerse ramitas en la cabeza a modo de corona de Julio Cesar. Las niñas se rieron de ellos y pasaron olímpicamente del juego, así que ellos decidieron radicalizarlo un poco más arrancando unas flores de la valla y decorando sus coronas son los colores más bonitos del colegio. Paseándose por el patio, con el pecho bien alto como si de una película de romanos se tratase.

-Nota 2:
Hay vidas muy jodidas, así que no nos quejemos más. Vale ya de dramatizar las situaciones. No siempre las cosas son como queremos. Nos  preocupamos por si nos entienden, o si nos quieren o cómo ahorrar para comprar el nuevo iPhone. Y mientras, hay niños que se preocupan porque sus padres, borrachos, no les apaguen cigarrillos en el brazo.

martes, 14 de octubre de 2014

20 de Agosto de 2014 El tercero

El tercer día de cole llega caluroso y sediento. Los niños atienden, pero poco. Todo se mantiene en un equilibrio entre la curiosidad y el aburrimiento. Entre las ganas de gritar y las de atender. Un equilibrio tan frágil como la palmada de su profesora que apenas en un segundo consigue que solo tengan ojos para ella.

La hora del snack está protagonizada por un niño que llora y otro que comparte sin preocupación su fruta con un ejército de hormigas que asalta su plato. Las niñas terminan pronto y juegan a la comba y en cada salto ríen y gritan y sueñan y pierden un poco su inocencia conscientes de que a la salida del colegio tienen que cuida a sus hermanos pequeños que corren ahora medio desnudos con cintas llenas de flores en sus cabezas.

miércoles, 8 de octubre de 2014

19 de Agosto de 2014 Pedales

Los pedales de la bici van rozando lo badenes del camino que no alcanza el nombre de carretera.
La escuela se despierta con luz verde. Sonrisas enormes entran por la puerta con mochilas vacías. No tienen nada que meter dentro, pero las traen igualmente para llevárselas al final de cada día llenas de gritos, peleas, carreras y alguna palabra nueva en inglés.

Los mayores sí meten cosas dentro, cuadernos de segunda o tercera mano, bolígrafos rotos y otros tesoros que esperan para hacer las delicias del patio del colegio: una goma de la cámara de una bicicleta, un taco de madera, los restos de un altavoz o una linterna ¡con pilas! Comparten todo. A veces a regañadientes, pero siempre con una sonrisa al final, porque los niños de Camboya son como sus padres sonríen aunque ya no les queden motivos.

martes, 7 de octubre de 2014

18 de Agosto de 2014 Comienza el cole en Siem Reap


Amanece en la ciudad y se cruza el mercado para llegar al cole. Hay que llegar al cruce del cartel de coca-cola y luego girar a la derecha y luego a la izquierda hasta llegar a una puerta verde. Las clases son de bambú y paja y los niños corren sin control por todas partes. La mayoría no tienen zapatos porque no los necesitan. Sonríen con los dientes mellados y se los lavan después del snack (dragon fruit y platanitos). La tarde transcurre más calmada, los niños mayores sonríen menos, juegan menos y hablan más. Apuntan con sus manos al cielo para responder y esconden la cabeza para no ser preguntados. El paso entre el orgullo y la vergüenza dura apenas un segundo. Son afortunados y deben estar ogullosos. Son pobres, muy pobres, es la única condición para entrar en la escuela y tienen tanta suerte… Tanta que todavía no lo saben y probablemente nunca lo sabrán.