Pues sí, resulta que voy a aprovechar
la hartura laboral para colocarme los chakras y el alma. Puesto que el ritmo
del viaje a Argentina no me permitió escribir ni actualizar el blog como me
hubiera gustado, esta vez no voy a prometer nada, pero sí espero poder
compartir un poco más con vosotros.
Lo más importante del viaje es la
inmediatez, ya tengo un pie puesto en el Everest y cuando viajas como yo viajo:
con cámara de fotos y un par de bragas, lo de esperar meses para coger un avión
se hace eterno. Otra cosa importante es que vamos a alojarnos en casa de una
familia nepalí y a vivir con ellos. Creo que soy una de las personas más
afortunadas del mundo en cuanto a viajes se refiere. Voy a morirme de frío en
el suelo de una casa nepalí sin calefacción, pero no se me ocurre una forma
mejor de viajar a un país así. A la vuelta se vuelven todos y yo me quedo unos
días más. He decidido cumplir 32 años en Katmandú, y, por más que lo pienso, no se me ocurre un lugar
mejor.
Puesto que ya me compré todas las cosas
(que no usé) para el frío polar de Argentina, apenas tengo que comprar nada para mí, pero al parecer habrá que llevar algunas cosas extra para allá. Se aceptan donaciones para la familia y la comunidad a la que vamos,
esta gente todavía está reconstruyendo sus vidas después del terremoto y os
aseguro que el dinero llegará directo a las manos de los afectados. Así que si
alguien quiere colaborar que me contacte a talvezdos@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario