miércoles, 28 de diciembre de 2016

La web.

En un grupo de fotografía de Facebook una vez subí una foto. Un FOTÓN, vamos. La foto estuvo aquí un tiempo igual alguno la recordáis. Unos cuantos pares de piernas con taconazos, tan largas como sus dueñas y al fondo agachada una chica mirando hacia atrás. La foto es para verla, de verdad. 
Total que la envié al grupo, la gente ponía sus fotos, gente aficionada experimentando con sus cámaras, enfoques, desenfoques, velocidades, obturadores, esas cosas de gente que se cree que sabe de fotografía porque se sabe toda la teoría. La foto apenas tuvo likes, pero se criticó la luz, en encuadre y el enfoque. Que si con este otro objetivo habría sido mejor, que si hubieras enfocado así la chica saldría más enfocada, que si IRSE A LA PUTA MIERDA. Esa foto está hecha en la calle, en un desfile de modelos a las que le pedí hacerle una foto a sus piernas mientras las llamaban para subir a la pasarela, justo en ese momento la puta china de atrás gira la cabeza y yo disparo. Sin mirar encuadre, luz, o velocidad. Disparo con los ojos cerrados porque veo la magnitud de la foto y sé que las posibilidades de que salga bien son mínimas. Me borré del grupo. Estuve años sin enseñar mis fotos. Porque sí, amigos siempre pueden ser mejores. Pero yo disparo en la calle, con la luz que me da el sol, o las farolas, con gente moviéndose o tapándose y de cada 100 fotos sale una y sí, podría ser mejor. Como todo en esta vida.

En unos días podréis visitar mi web de fotos. Vuelvo a enseñar mi trabajo :)

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