martes, 26 de abril de 2016

Los domingos

"Los domingos solíamos ir a nadar. Sólo en verano, al lago de La Carpa. Siempre nos costaba mucho entrar. El agua estaba fría y, aunque íbamos con ganas, nos daba impresión. Nos juntábamos varios del pueblo y bajábamos en bici hasta el camino de los guardas. Luego seguíamos a pie hasta el barranco y allí saltábamos al agua por la parte de la izquierda. Para salir teníamos que nadar unos cincuenta metros, hasta la playa de piedras. Nos tirábamos con zapatillas para no hacernos daño. Los primeros saltos del verano eran los mejores. Abajo echábamos carreras, nos ahogábamos los unos a los otros y cogíamos alguna tortuga del fondo los días que el agua estaba clara. El año que estrenaron tiburón estuvimos nerviosos hasta la mitad de agosto. Merendábamos en la orilla partiendo ramas de los arbustos, hablando del último gol del Pirri que ninguno habíamos visto. No hemos vuelto desde que Fran saltó por la parte derecha del barranco. Aquel fue nuestro último baño en el lago de La Carpa."

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