viernes, 25 de mayo de 2012

Estupifacta



Estupifacta: dícese de toda persona, animal o cosa con capacidad se sorpresa y mucho sueño.


De toda la vida he sentido una loca atracción por el mar. Nunca lo entendí. Incluso hubo un tiempo, años, que le tenía tanto respeto que llegó a ser miedo. Siempre que he necesitado algo el mar me ha dado una respuesta. Hubo una vez que cogimos un coche y aparecimos en Valencia y me vi frente al mar, que de noche no se ve, pero se siente, escribiendo mensajes a las farolas del paseo marítimo. 


Han pasado muchos años desde aquello y muchas cosas. Incluso hubo un segundo viaje a Valencia. Ahora ya no le tengo miedo al mar. Ahora es amor. Amor de los de locura. Amor de los de quéharíayosinti. Casi tanto como el amor que tengo por la piña o los fuegos artificiales. 
Y es que no sólo me sigue dando las respuestas. Si no que me regala la calma y el sosiego que a veces no encuentro en tierra firme. Y la sal en la piel, que escuece en las heridas, porque las cura. 
Y el azul en tantos tonos. 
Y el olor y los barcos. 
Y el silencio. 
Y tú.















4 comentarios:

Sístole dijo...

Recuerdo la existencia de ese viaje valenciano.

El mar, fuente de sanación natural y pura. Disfrútalo, por todos los corales del mundo.

Talvezdos dijo...

el mar.

Insectario dijo...

Justo antes de venirme para El lado de Acá me terminé "Océano Mar", de Alessandro Baricco. It's a must, que dirían por aquí; y yo te lo rencomiendo personalmente ;)

Talvezdos dijo...

Apuntado.