domingo, 25 de noviembre de 2012

Un Varios


 Hoy tengo un popurri de fotos que he ido haciendo los últimos 2 meses y que quería mostraros. Las fotos no tienen ninguna relación entre ellas. Creo. Bueno, si se la encontráis, me lo decís.


Esta chica llevaba este vestido el 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Supongo que fue pura coincidencia, pero me gustó tanto que la perseguí por toda la estación de tren hasta conseguir esta foto. Era china y no creo que supiera nada de nuestro desfile nacional (marcado por la austeridad).


Esta tortilla la hizo D- un día que fuimos a ver la Fórmula 1 a casa de H- y L-. Como L- todavía estaba embarazada la tortilla tenía que estar muy cuajada. Creo que tardó más de 1.5h en hacer una de las mejores tortillas que ha hecho nunca.... si no recuerdo mal fueron 9 huevos. Aún está lejos de los 12 que le pone mi abuela, pero va mejorando.


Esta hormiguita, hormiga, hormigón armado, apareció en mitad del salón una mañana cualquiera. Yo llevaba unos días diciéndole a D- que teníamos que hacer algo con las hormigas de la cocina, que últimamente había muchas y que estaba preocupada por la comida. Después de esto me empecé a preocupar de llevar zapatillas dentro de casa y no caminar a oscuras. ¿Os imagináis el mordisco de un bicho así?


Hay una calle en el Barrio Árabe llena de tiendas de moda alternativa, cosas de diseño, hechas a mano, importadas, la verdad que la calle es una chulada, porque cada tienda está decorada de forma muy diferente y todo el mundo pasea por allí muy relajado. Esta es la señal de una de las tiendas.


Esto no es ni más ni menos que un cartel del MacDonalds para contratar a gente. Hace poco me echaron en cara vivir en Singapur de puta madre y, comparado con España, la verdad que no vivo mal. Pero la vida aquí es muy difícil. Todo es muy caro y aunque la gente recibe ayudas del gobierno, el salario mínimo apenas llega para cubrir gastos. No tienen asistencia sanitaria y los productos básicos son bastante caros. Fijaos que el horario es de 12 de la noche a 7 de la mañana y el salario son $5 la hora (unos 3€). Sé que soy muy pesada con esto pero ¡Singapur es la cuarta potencia económica mundial!



Aquí podéis ver que aunque vivimos mejor que en España, no vivimos por encima de nuestras posibilidades ni mucho menos. Ya se encarga D- de recordarme a menudo que no podemos gastar mucho... tanto que no me deja ni comprar un banquito para la terraza, donde poder sentarme a leer o a tomar un café. En esta foto podéis ver las sillas de la terraza de nuestros nuevos vecinos y las sillas de nuestra terraza...
( a ver si por fin D- siente un poco de remordimientos y accede a comprar el bendito banco)


El otro día estuvimos comiendo en un restaurante que es sólo de huevos. Toda la decoración es de huevos, incluso tienen juguetes para niños y todos son huevos. Me encanta. Está al lado de casa y nos gustan mucho los Huevos Benedict que preparan. De postre pedí un brownie ¡y me trajeron esto! el pobre pollito pasó un mal rato, pero la verdad que brownie estaba buenísimo.


 Y por último mi piscina del alma un día de tormenta.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Luna de Lunes



Nunca me gustaron las princesas.
Nunca me sentí identificada con ninguna. Ni siquiera con Blanca Nieves.
Lo de los 7 enanitos me daba como mal rollo y encima tener que limpiar para ellos. No le veía mucho sentido al negocio. Tampoco entendía porqué mierda se comía la manzana si apenas 2 páginas antes se veía perfectamente a la madrastra disfrazándose de vieja y poniéndole veneno a la manzana. Podía entenderlo en el supuesto de que Blanca Nieves no supiera leer, pero es que ¡los dibujos no daban lugar a duda!.
Por último un señor que pasaba por allí, por muy príncipe que fuera, o quizás con más motivo siendo príncipe,  ve a 7 enanos llevando a una mujer en un ataúd de cristal y se traga nosequé historia de una manzana y una vieja y blablabla y yo me pregunto ¿Por qué narices besa el cadáver? vale que Blanca Nieves era muy guapa y todo lo que quieras, pero lo que está claro es que los príncipes de la época tenían unos gustos por lo pseudo muerto un tanto inquietantes. Véase la Bella Durmiente.
Y es que las historias de princesas no tenían un sustento racional. Y yo toda mi vida he sido muy de hacer Sudokus. Un príncipe que se enamora de un pescado, un príncipe que es una bestia y se enamora de la sirvienta, un príncipe que monta un casting para buscar esposa y al final se fía de un zapato para encontrarla (lo de que fuera de cristal también es muy fuerte), un príncipe que se enamora el pelo de una loca encerrada en una torre. ¿Cuál de todas ella era realmente princesa? Por eso a todas os cayó bien Letizia Ortiz porque se parecía a todas las princesas de cuento: mindundis con falda dispuestas a lo que sea por el príncipe. ¡NINGUNA! ninguna pertenecía a la realeza, ninguna. Pero eran guapas y ya. Y consiguieron conquistar el príncipe por ser eso, guapas.
Que nunca me haya sentido identificada no significa que no sea guapa. Lo soy, y mucho. Significa que nunca sentí el deseo de pertenecer a la realeza.
A mi me gustaban más historias como los tres cerditos o el sastrecillo valiente. Gente triunfadora gracias a su esfuerzo y paciencia. Seguro que muchos de los protagonistas de estas historias también hacían Sudokus.

Otro día os hablo de las Juan y las habichuelas mágicas, otro sinsentido de cuento.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Bienvenido

Hoy no tengo ninguna foto que pueda servir para esta entrada.
¿Qué es lo primero que debería ver un niño al llegar al mundo? 
Cualquier imagen sería una bazofia. O sería una visión sesgada de la realidad, una porción minúscula de lo que tiene por delante...
Hoy ha nacido el hijo de H- y L-. Y aunque es un niño más de los que reodean mi vida (que no son pocos) este es especial. Pensaba en cuando teníamos 17 años y N- se quedó embarazada. No recuerdo aquello tan simbólico como esto. De pronto, en una situación similar, pero con 10 años de diferencia, me veo a mi misma mucho más grande y madura. Tranquilos, no me voy a quedar embarazada, que sea simbólico no quiere decir que lo quiera para mi. Es simplemente que ahora sí, soy un poco más consciente. Hemos visto crecer la tripa de L- día a día, la hemos escuchado con curiosidad y admiración, contarnos sus sensaciones, miedos y rutinas, y de pronto, una mañana como otra cualquiera, suena el teléfono y llega una foto de una persona pequeñita que se ha creado de la nada. Esa barriga redonda ahora tiene ojos, boca y nariz. Y esos ojos, boca y nariz son de H- y L-. Tal cual.

Brindemos por LL- que ha llegado a este cajón desastre que llamamos mundo y por sus padres.

Pero nada de fotos,
que sea él quien llene las páginas en blanco de su vida.